En Camariñas, en plena “Costa da Morte”, se mantiene viva una antigua tradición que data del siglo XV, convertida hoy en artesanía: el encaje de bolillos.
Alrededor del encaje de bolillos circulan diversas leyendas, desde la caracola de la sirena que inspiraba encajes a una joven para poder casarse, hasta la del barco italiano que naufragó frente a sus costas y una de sus supervivientes, en señal de agradecimiento a las gentes de Camariñas por su ayuda mostró los secretos del arte de palillar. Sea cual sea el origen del encaje de bolillos, no cabe duda de que es un símbolo de identidad de este pueblo marinero, en el cual en cada rincón y a cualquier hora del día, se puede ver a las camariñanas tejiendo el laborioso encaje de bolillos. Se trata por lo tanto de una labor artesana y precisa en torno a la que antaño giraba la vida cotidiana de los habitantes de esta villa marinera.